A diario, asistimos pasivos ante
los televisores, a revueltas entre personas, mayoritariamente de raza negra y agentes
de policía. La desenfrenada violencia, aplicada sobre estos colectivos, con
resultado de muertes, parece ser la razón de los movimientos. Movimientos, que
se han desplazado a otros continentes.
Los orígenes, como es sabido, no
es reciente, sino un efecto muy atrás en el tiempo. La raza blanca, siempre ha
sentido superioridad sobre el resto y ha albergado en su sociedad, grupos antagónicos,
con los considerados diferentes, especialmente con la raza negra.
Es sobre esta etnia, en la que
se ha descargado todo el odio, a diferencia de otras razas, como los chinos
(etnia Han) 20% de la población mundial, u otras mayoritarias. Este estigma, sin
duda, tiene su origen en la traslación forzada, que han sufrido durante mucho
tiempo; El esclavismo, primero por los españoles y portugueses, sobre todo en América
del sur y en mucha mayor medida, por los ingleses y franceses, que expandieron
su negocio hasta los USA. Allí fue donde mas sufrieron el castigo del odio y la
hostilidad.
Fueron necesarios como mano de
obra barata y a la vez, se les repelía, mediante el rechazo social, negándoles
las mínimas necesidades humanas. Posiblemente, recibía más atenciones una
acémila, para labores del campo, que un esclavo.
Pero, no hay que ser hipócritas,
fueron los europeos, los desencadenantes de este largo acoso, todavía vigente en
nuestros días. El creciente sometimiento, por el mundo occidental; Europa y muy
activo en USA, engendra sobre los colectivos frustrados, protesta, rechazo y
violentas manifestaciones, como eclosión creciente político-racial, avivados, en no pocas ocasiones, con la participación y beneplácito
de las autoridades imperantes, que tensionan la sociedad, exhausta, por cargas
impositivas y empobrecida, afectada por crisis familiares, que finalizan en
situaciones insostenibles.
El hombre, por naturaleza es
depredador, egoísta y perverso para con los de su especie, aprovecha cualquier
ocasión, para sacar partido, en su propio beneficio, particular y/o corporativo
y esta deriva, se evidencia más, con el paso del tiempo.
La conclusión es, que tal vez,
estas reyertas originariamente racistas, sufran la metamorfosis hacia alborotos
más intensos y violentos, protagonizados, ya no solo, por población negra, lo
que las clasificaría como político-sociales, en lugar de racistas. ¡Entonces cabe
preguntarse! ¿Cómo aprovecharán las autoridades (los grandes poderes) la actual
crisis del COVID-19 y sus particularidades? Entre otros posibles escenarios.
No se, si la pregunta que les
planteo, culmina con la respuesta, que nos lleve a localizar la Piedra filosofal. Pero, en cualquier caso, es una
pregunta oportuna, para reflexionar, en la próxima entrega. ¡Opinen, se cruzan reflexiones!
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